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Un ejemplo destacado es el hotel Casona Sforza en Puerto Escondido, Oaxaca, que ha logrado integrar la sostenibilidad en cada aspecto de su operación, especialmente a través del uso de productos locales y la artesanía.
Casona Sforza no es solo un lugar para descansar; es un refugio que celebra la belleza natural y cultural de Oaxaca. Este hotel boutique, diseñado por el arquitecto Alberto Kalach, destaca por su arquitectura vernácula que armoniza con el paisaje costero. Pero más allá de su diseño, lo que realmente lo hace especial es su compromiso con la sostenibilidad.
Volúmenes y asimetrías de líneas limpias que se integran armoniosamente con el paisaje para establecer una conexión con la belleza esencial del entorno natural.
La arquitectura del hotel está diseñada para maximizar la ventilación natural y minimizar el uso de energía. Las estructuras principales están formadas por bóvedas de ladrillo que no solo son estéticamente agradables, sino que también ayudan a reflejar la luz solar y mantener frescos los interiores.
Las ventanas y puertas de madera están hechas a medida para permitir la circulación del aire, creando un clima agradable en el interior sin necesidad de aire acondicionado.
Los materiales utilizados en la construcción, como el ladrillo y la madera, son de origen local. Esto no solo reduce la huella de carbono del hotel, sino que también apoya a los artesanos y productores locales.
El hotel está rodeado de plantas endémicas como majaguas, tabachines, mezquites y huizaches, que no solo embellecen el entorno, sino que también son parte integral del ecosistema local, promoviendo la biodiversidad.
La terraza con piscina concéntrica ofrece vistas espectaculares del océano Pacífico, creando un espacio de relajación y contemplación.
Uno de los aspectos más destacados de Casona Sforza es su dedicación a la artesanía local. Sus interiores están decorados con textiles de Teotitlán del Valle, lámparas de palma de Jalisco y muebles de maderas tropicales, todos elaborados por artesanos locales. Este uso de la artesanía no solo embellece el espacio, sino que también preserva y promueve las tradiciones culturales de la región. Los tonos terrosos y los materiales naturales utilizados en la decoración crean una atmósfera cálida y acogedora.
Casona Sforza colabora estrechamente con la comunidad local, incluyendo agricultores, apicultores, ebanistas, ceramistas y alfareros. Esta colaboración fortalece los lazos comunitarios y apoya la economía local.
A medida que el verano llega a su fin, es importante recordar que nuestras elecciones de viaje pueden tener un impacto significativo en el medio ambiente y las comunidades locales. Hoteles como Casona Sforza nos muestran que es posible disfrutar de unas vacaciones de lujo mientras se apoya la sostenibilidad y se celebra la cultura local.